jueves, 2 de enero de 2014

Educación para la vida

Valores culturales y sociales (primaria), o valores éticos (secundaria) son las nuevas asignaturas que el Gobierno propone para implantar en la polémica Ley Wert. Además, la asignatura de Religión adoptará un grado superior a la hora de evaluar los conocimientos del escolar. Pero, más allá de confusiones, esta asignatura no debería denominarse como tal, sino como Religión Cristiana; puesto que sólo enseña los dogmas de dicha asociación. En mi humilde opinión, ya que estamos en un estado en el que, tal y como afirma la Constitución, hay libertad religiosa; la asignatura debería centrase en la historia de las religiones a nivel mundial.
Sin embargo, en esta nueva ley, también destaca la disminución democrática del Consejo Escolar -privilegio concedido al director del centro y al Ministerio-, la ventaja educativa hacia los colegios concertados -segregación por sexo-, y la masificación de aulas con mayor número de profesores sin oposición.
Con estos puntos -y muchos más que podéis ver en este enlace del diario.es "Las 14 claves de la reforma educativa de Wert"-, muchas son las personas que se manifiestan a diario para pedir al Gobierno dar marcha atrás. Sin embargo, en vez de escuchar a la ciudadanía, ha aumentado el control policial en estas movilizaciones legales, en las que la libertad de expresión promulgada en la Constitución da sus frutos.

Marea Verde / Diario Público
Si comparamos el sistema español con el del resto de Europa, queda mucho por avanzar. Por ejemplo, en Holanda, la mayoría de centros educativos emplean el método Montessori, creado por la italiana María Montessori a finales del S. XIX. Este sistema se caracteriza por la observación del profesor hacia la actividad individual de cada niño. Es un método en el que el niño se familiariza con su entorno y aprende actividades sociales, con el propósito de que se auto-desarrolle dentro de un ambiente estructurado. De hecho, los niños de estos centros aprenden a sumar y a leer a la edad de seis años; mientras que en los cursos inferiores se les enseñan valores como compartir, pensar por sí mismos, desarrollar sus ideas en público, o respetar a los demás. De este modo, los niños son considerados como personas competentes, capaces de tomar decisiones importantes por sí mismos. No hay castigos ni premios, sino que tras una conversación con ellos, los niños comprenden lo que está bien y/o mal.
Y me siento capaz de afirmar todo esto, porque trato con niños procedentes de estos centros y, a nivel psíquico, por ejemplo, un niño holandés de cuatro años es capaz de entender conceptos que uno español no; de hecho, son mucho más independientes y razonables.

En España, predomina el método tradicional; sin embargo, se puede ver un ejemplo de escuela Montessori-Palau de Girona.

Por lo tanto, no se trata de enseñar sobre el derecho a la vida, culpando de diabólico el aborto o la eutanasia, o criticar la tendencia sexual; sino que en estas nuevas asignaturas se les debería de enseñar que cada ser humano es libre de decidir sobre su propia vida y, por ello, respetar sus ideales.

Aquí os dejo un enlace en que podéis ampliar información sobre el método Montessori y las diferencias con respecto al tradicional.

http://www.educar.org/articulos/metodomontessori.asp