Bueno, a lo que iba, aún no creyendo en nada parecido a una religión, hace dos domingos fui a misa, pero a una misa muy diferente, y me refiero a un concierto de rock protestante, donde el pastor parecía más un presentador de televisión que un viejo cura con su cara triste y maldiciendo a los allí presentes por sus pecados. Hablaba a los allí reunidos con un tono amigable e incluso hacía bromas y pequeños chistes en medio del sermón (llamémosle charla), no llevaba esa aburrida sotana, sino que iba bastante informal (zapatillas deportivas, camisa y jeans). Eso sí, no podía faltar esa parte sentimental dónde todo el mundo rompió a llorar; y mientras observaba, me puse a escribir en mi libreta todo lo que iba pensando y llegué a la conclusión de que esta religión sí que se había modernizado a los tiempos (yo iba con mis pintas multicolores y nadie se dirigió a mí de malas formas o mi miró mal, incluso había personas tatuadas, con pendientes, minifaldas; nada a la antigua usanza), por lo que su voz llegaba mucho mejor a la gente joven (nunca había visto a tantos jóvenes congregados de esa manera en una iglesia y con tanta ilusión por lo que escuchaban). El pastor tenía a mucho poder de convicción y la banda de rock era pasable y pegadiza. Incluso, y esto es una buenísima manera de hacer marqueting, ofrecían café, té y pastas gratis a los allí asistentes.
Iglesia protestante de HIlversum (Netherlands) / MS |