Resulta algo difícil explicar a los holandeses cómo es la situación de España y qué es lo que está ocurriendo. Por un lado, tenemos la maldita crisis económica que no nos deja vivir en paz y, por otro lado, las diferentes y diversas manifestaciones en contra del Gobierno. Es complicado (a parte de mi inglés) afirmar que los jóvenes españoles no tenemos futuro y que se está recortando en derechos sociales, salud y educación "¿Really?", fue la expresión (acompañada de una cara de incredulidad) de Helen, la señora que ayuda en la limpieza de la casa. Ella me explicó que en Holanda, si un joven quiere trabajar, pero no puede, el Gobierno le aporta una pequeña ayuda hasta que encuentre algo (igualito que aquí). Claro, yo le dije que en España, los políticos prefieren ganar sumas muy importantes de dinero, antes de compartir como buenos cristianos (¿no es esa la religión del PP?).
Luego también tenemos las manifestaciones para la independencia de Cataluña. No me voy a meter en si es mejor o peor, porque no soy catalana y, por lo tanto, no conozco la situación. Pero sí puedo decir que he hablado con catalanes de ambos bandos y cada cual tiene sus buenos argumentos. Yo, por mi parte, me gustaría que España fuera un país diverso, donde cupieran todos los idiomas y culturas, y en el que respirara un aire de aceptación y entendimiento, ¿no dicen que el saber no ocupa lugar? Pero también creo que ahora eso es imposible, ya que todavía hay mucho retrógrado por ahí suelto.
Por lo tanto, explicar a estas gentes (que destacan por tener la mente abierta a todo) que en España no todo el mundo está a gusto porque no hay respeto... es complicado, sí.
Y ahora, hasta los policías se manifiestan, a ver si esto se generaliza y dejan de dar palos a diestro y siniestro que esto sí que es una vergüenza cuando se lo cuento a mi familia holandesa...
Y terminando con el colmo de los colmos... ¡a mí que me importa que Aznar tenga gastroenteritis! ¡Yo hoy me he levantado un poco sueltecilla y no lo voy publicando a los cuatro vientos!
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